La reanimación cardiopulmonar (RCP), es un conjunto de maniobras temporales y normalizadas internacionalmente destinadas a asegurar la oxigenación de los órganos vitales cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene súbitamente (bruscamente), independientemente de la causa de la parada cardiorespiratoria.
Reconocimiento de un paro cardíaco
Una vez que se determina que una víctima necesita reanimación cardiovascular se advierte al sistema de rescate profesional de la localidad y se inicia de inmediato las compresiones torácicas.Por lo general, el primer indicio es que la víctima no se mueve ni reacciona a la palabra, ni al contacto. Si el rescatista está solo, se recomienda pedir "Ayuda"! Se debe practicar RCP si la víctima adulta no responde y no respira o no respira con normalidad (es decir no respira o sólo jadea/boquea), y se comienza con las compresiones (C-A-B), sin que sea necesario verificar si la víctima tiene pulso. Estudios demuestran que durante la reanimación, en una situación de paro cardiorespiratorio, la percepción del pulso es falsa en un 50% de las veces: el estrés y el esfuerzo físico hace que suba la tensión del rescatista, y es posible percibir el propio pulso como un golpeteo en el final de los dedos, en ausencia de circulación sanguínea en la víctima.
Compresiones cardíacas
- Comprimiendo el pecho, también comprimimos los vasos sanguineos, lo que impulsa la sangre hacia el resto del cuerpo. Se creía durante mucho tiempo que lo que se comprimía era el corazón; aunque parece que está situado demasiado profundamente y que juega sólo un papel de regulación del sentido de la circulación por sus válvulas. Sobre un adulto y un niño de más de ocho años, el esternón debe descender de 5 a 6 cm;
- Sobre un niño entre uno y ocho años, el esternón debe descender de 3 a 4 cm;
- Sobre un lactante de menos de un año, el esternón debe descender de 2 a 3 cm ( 1/3 del diametro anteroposterior del tórax).
Para que la compresión torácica sea eficaz, es necesario que la víctima esté sobre un plano duro; en particular, si la víctima está tendida sobre la cama. Usualmente hay que colocarla en el suelo antes de empezar las maniobras de reanimación.
La posición de las manos es importante si se quieren aportar compresiones eficaces. Hay que aplicarse a hacer compresiones regulares, a dejar el pecho recuperar su forma inicial entre una compresión y la siguiente, y a que el tiempo de relajamiento sea igual al tiempo de compresión. En efecto, el relajamiento del pecho permite el retorno de la sangre venosa, fundamental para una buena circulación.
El ritmo de masaje debe ser suficiente para hacer circular la sangre, pero no demasiado rápido, si no, la circulación no es eficaz.
Con el fin de adoptar un ritmo regular y de respetar la paridad en el tiempo de compresión / por tiempo de relajación, y para estar seguro de hacer buenas compresiones y un adecuado número de compresiones sucesivas, se aconseja contar en voz alta, bajo la forma:
Así, contando en voz alta:
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- "Uno-y-dos-y-tres- ... -y-trece-y-catorce-y-quince"
- "Uno-y-dos-y-tres- ... -y-trece-y-catorce-y-quince"
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